El trabajo de Daniela Sartori es un culto a la belleza de lo simple, lo simple en su carácter más esencial, con la contundencia de una visión elaborada, de mucha atención puesta en los detalles, con un afán de perfección en las terminaciones que hablan de su amor y respeto por el oficio. Eligió la sastrería porque le gustó desde siempre, desde antes de empezar a estudiar. Mucho de lo que sabe lo aprendió de manera autodidacta y horas de trabajo.
‘Si bien hay una técnica precisa, una metodología de aprendizaje de la sastrería, yo aprendí mucho sola porque me encantaba, hasta que fui asistente de mi profesor de vestuario de teatro en el Rojas (Centro Cultural Ricardo Rojas); él hacía alta costura y sastrería y me empezó a enseñar. Yo cosía sin parar, podía estar horas haciéndolo, me gusta coser y ver que todo quede bien prolijo.’ Le cuesta tercerizar la confección de sus colecciones, prefiere coser ella misma. ‘Esa es otra cosa que cambié desde que empecé: hoy todo lo coso yo. La sastrería es delatora del conocimiento del oficio. Admiro la sastrería tradicional, como la de Nicolás Záffora.’
Moda Argentina
Otra característica distintiva de sus colecciones es la elección de los materiales. Daniela Sartori elige trabajar con productos nobles elaborados en Argentina. ‘En esta colección usé pocas telas genéricas, prefiero comprar telas argentinas antes que recurrir a las importadas. Si estoy pensando en exportar ¿Qué sentido tendría ofrecer una prenda confeccionada con una lana italiana? Prefiero usar las telas que se hacen en el Norte de nuestro país, puedo comprar piezas únicas de 2 metros, por ejemplo. Me parece mucho mejor darle trabajo a las personas que elaboran estos materiales tan hermosos. El año pasado trabajé con los tejidos y el fieltro de la CUM* (Comunidades Unidas de Molinos) y para la última colección de invierno las telas fueron: lana orgánica de la CUM, fieltro y telar de comunidades collas y algodón nativo. La selección de los materiales significó un cambio en los procesos de trabajo, me obligó a investigar, a descifrar el material, a probar una y otra vez distintos modos de uso y posibles terminaciones.’
*La CUM (Comunidades Unidas de Molinos) es una cooperativa de artesanos e hilanderos ubicada en Molinos, provincia de Salta. La integran 16 comunidades campesinas de los Valles Calchaquíes dedicadas a la producción textil.
‘Busco tener una identidad propia en la morfología a través de la sastrería, y que la identidad nacional esté reforzada en el uso de nuestros materiales; no necesariamente hay que pensar en el cuero para referir a la moda argentina. Por otro lado creo que como diseñador independiente, como emprendedor, es bueno apoyarse en quienes están produciendo en nuestros país, que están en la misma que vos. Eso agrega mucho valor, permite diferenciarse.’
Su vínculo con el Norte no se agota en la compra de materiales. En noviembre del 2015 Daniela Sartori viajó a Salta convocada por Marcela Duhalde del Plan de Diseño del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) para dictar una capacitación en moldería. El programa provee herramientas de capacitación a productores y técnicos textiles de los Valles Calchaquíes. Su relato de la experiencia da cuenta de días intensos de mucho trabajo y aprendizaje, y de un viento seco y cálido que llegaba todas las tardes puntualmente a las cuatro. ‘La idea es que las artesanas mismas puedan agregarle valor a sus productos a partir del diseño. Ellas hacen el hilado, el fieltro, las telas en telar y tejidos en dos agujas. Me sorprendieron sus ganas de aprender y el tiempo récord que nos llevó sacar el molde de una prenda: el saco-poncho, como ellas la llaman. Trabajamos diez horas por día, en Tomuco, vimos desde la base anatómica hasta la prenda terminada. Llegaron mujeres de todo el Valle, cada día se iban sumando más, algunas venían de tan lejos que pasaban la noche en el lugar. La Agencia de Extensión del INTA está en Seclantás.’
Haciendo el propio camino
Habiendo cumplido 5 años con la marca, decido buscar mi propio camino también a la hora de comunicarme y presentar las colecciones. Me cuesta Internet, las redes sociales… en parte porque no las entiendo y también porque no termino de aceptarlas. Las uso poco, sé que debería estar más presente pero prefiero ser fiel a mi forma. Me cuesta entender cierta dinámica de las redes, lo público y lo privado. A veces me parecen solo una forma más de consumo, más marketing.
Presenté mi primera colección en Pasarela BA, eso me ayudó mucho. En agosto del 2015 participé de BAFWEEK junto a la diseñadora Luz Ballestero. Si bien la presentación había sido pensada para una puesta en otra sala, terminamos haciendo una pasarela juntas, intercalando las pasadas. Cada una con su tipología, nos gustó el resultado, para nosotras fue coherente aunque algunos no lo comprendieron.
«Encantería» AW16/17 de Daniela Sartori – Hotel Mío Buenos Aires, abril 2016. Foto: Julián Vazquez, cortesía Tan Modernos
Del año pasado a este, me concentré más en mi trabajo con la colección en sí y en la búsqueda de los materiales que elijo. Presenté la última colección, Encantería AW16/17, en el hotel Mío Buenos Aires de la mano de Sergio Morinigo bajo la premisa #ArgentinaDiseñaFuturo. Fue pensada para vender en el exterior. Propuse morfologías más jugadas y materiales muy nobles con los que quiero presentarme afuera. En estos últimos cinco años tomé mis decisiones, a muchas cosas no quise adaptarme, es una manera de no perder mi forma de trabajar, de producir, también desde lo creativo: no puedo hacer algo mecánico, no me daría satisfacción. No podría seguir con mi marca de otra manera que la actual, es así como le encuentro sentido.
Fotos: Cecilia Moledo
Daniela Sartori «ENCANTERÍA» AW 16/17
Modelos: Juli Rossa, Nadia Perez, Belen Leneschmit (Sergio Morinigo Manager)
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