En septiembre tienen lugar dos exhibiciones que proponen recuperar la utopía como punto de partida para reflexionar acerca de la calidad de vida contemporánea y los problemas que enfrenta la humanidad.
A través del arte y del diseño, una elige el ámbito doméstico, mientras que la otra invita a pensarnos en un mundo sin fronteras. En ambas, volver a creer en la utopía aparece como una necesidad.
La muestra ‘Rick Wouters & the private utopia’ en el Museo de Moda de Amberes (MoMu) – Bélgica, refiere al libro de Henry David Thoreau, Walden o la vida en el bosque, publicado en 1854. El texto propone un modo de vida artesanal y natural como alternativa a la sobre estimulación de la sociedad de consumo.
Por su parte, la Bienal de Diseño de Londres, estableció la consigna ‘Utopia by design’ para su primera edición, celebrando el aniversario número 500 de la publicación del abogado y filósofo inglés Thomas More, Utopia (1516). En él se describen las costumbres religiosas, sociales y políticas -que luego serían vistas como ideales- de una isla de ficción con ese nombre.
De lo individual a lo colectivo, es inevitable preguntarse si una vida mejor es posible, si un mundo mejor no es posible.
Imagen: Un nuevo mapa simbólico para Europa, Bélgica (Bienal de Diseño de Londres)/Rik Wouters – Mujer leyendo, 1913 © KMSKA / Concepto – Dirk van Saene /Foto Ronald Stoops
Una vida mejor
El Museo de Moda de Amberes y el Museo Real de Bellas Artes de Amberes (KMSKA), se unieron para conmemorar el aniversario número 100 de la muerte del pintor Rik Wouters. La exposición reúne obras de la colección del KMSKA con otras de artistas contemporáneos y diseñadores de moda.
‘La encantadora cotidianeidad del pintor Rik Wouters, así como la sensación de intimidad sagrada entre él y su esposa Nel, son la premisa de esta exposición. En nuestra región, Wouters fue el único artista en combinar técnicas de la pintura postimpresionista con simples escenas domésticas. Sus pinceladas expresivas y el estilo inacabado de sus lienzos le confieren una dinámica particular a su obra. El énfasis en la iluminación y el uso del color crean una atmósfera atractiva y optimista.’
Rik Wouters – Auto retrato con parche negro en el ojo, 1915 © KMSKA Foto: Hugo Maertens / JAN-JAN VAN ESSCHE – Ningún hombre es una isla, SS16 ©Pietro Celestina & Maud van Haegenborgh
Así como el libro mencionado de Thoreau proponía el retorno del hombre a la naturaleza, el impresionismo de mediados del SXIX planteaba una nueva forma de representación de la belleza en su forma natural. El Museo de Moda de Amberes encuentra una manifestación contemporánea de este deseo por recuperar el ámbito doméstico y el contacto con la naturaleza, en el movimiento ‘Slow’. Una de las expresiones de esta tendencia, es la atención puesta en técnicas tradicionales, en modos de hacer ancestrales que en la moda encuentran un espacio propicio para desarrollarse.
Rik Wouters – Tulipanes, 1913 © KMSKA Foto: Hugo Maertens / DIRK VAN SAENE SS 2005 © STANY DEDEREN
Con estos vínculos como consigna, el Museo convocó a un grupo de diseñadores de moda belgas para que den cuenta de ‘sus interpretaciones individuales de estos pensamientos’. Lo hicieron mediante la elección de telas o técnicas específicas, y también a través de su ‘posición idiosincrática en el mundo de la moda’ por la que, entre otras cosas, cuestionan el actual ritmo acelerado de la industria.
CHRISTIAN WIJNANTS Resort 2015 © Dirk Alexander / Rik Wouters – Mujer leyendo, 1913 © KMSKA – Foto: Hugo Maertens
‘La noción de refugio y de sacralidad se refleja hoy tanto en el arte conceptual como en el diseño aplicado. Estos mundos se solapan en una búsqueda utópica de la esencia de la ‘buena vida’, o en pocas palabras: ¿Qué necesita una persona para ser feliz? Esta búsqueda se expresa en una predisposición por la independencia y en la combinación de materiales puros con las técnicas tradicionales.’
Los convocados fueron: Dirk Van Saene, Bruno Pieters, Christian Wijnants, Walter Van Beirendonck, Ann Demeulemeester, Dries Van Noten, Veronique Branquinho, Martin Margiela, Marina Yee, Jan Jan Van Essche y Anne Kurris.
Un mundo mejor
Bajo el lema ‘Utopia by Desing’ la Bienal de Diseño de Londres convocó a diseñadores de todas partes del mundo para explorar el rol del diseño en un futuro colectivo. Instalaciones, obras de arte, prototipos y diseños provenientes de 37 países y territorios, constituyen la exhibición.
RAF-977 ‘Letonia’ (1959, diseñado por S. Mirzoyan). Archivos del Museo del Diseño de Moscú. Rusia presenta una serie de propuestas utópicas elaborados por diseñadores de la época previa a la ruptura de la Unión Soviética en la década del 90. La mayoría de estos diseños son experimentales y están guardados en el Museo. Se muestran públicamente por primera vez en la Bienal.
El sitio web de la Bienal recibe a sus visitantes con una cita de Oscar Wilde de 1910: ‘Un mapa del mundo que no incluya a la utopía no es digno de ser observado, pues ignora el único territorio en el que la humanidad siempre atraca, partiendo enseguida hacia otra tierra aún mejor… El progreso es la realización de utopías.’
Estudio mischer’traxler (Austria). Instalación lumínica kinética LeveL: the fragile balance of utopia. Las lámparas se mueven y aumentan o disminuyen su luminosidad con el movimiento de las personas en su cercanía. La instalación simboliza la precariedad de los ideales utópicos.
Su presidente Sir John Sorrell, manifestó que ‘la Bienal celebra al diseño como una lengua internacional entendida por todos, que no reconoce fronteras. Que intenta siempre hacer del mundo un lugar mejor. Alrededor del planeta, ciudades y naciones están reconociendo el poder del diseño para lograr cambios sociales y crecimiento económico. Se están dando cuenta de que la creatividad, con diseño en su corazón, puede jugar un papel vital en la provisión de soluciones a los problemas que afectan el modo en que viven las personas.’
Fab Lab Santiago (Chile). The CounterCulture Room replica una parte de lo que fueron las salas de control del proyecto Cybersyn o Synco, ideado bajo el gobierno de Salvador Allende a comienzos de la década del 70. El objetivo era crear una red de comunicación en tiempo real entre las bases trabajadoras y las autoridades.
La Bienal pone de manifiesto una serie de acuciantes cuestiones universales que ocupan a diseñadores de todo el mundo: la sustentabilidad, las migraciones y los conflictos, la contaminación, la innovación tecnológica, la escasez de agua y la desigualdad social.
El director de ‘Utopia by Design’, Christopher Turner, planteaba en una entrevista a Dezeen hace un poco más de año atrás: ‘La pregunta de cómo el diseño puede contribuir con un mundo mejor no podría ser más oportuna. Es un tema discutible ¿Tal vez el diseño no está para hacer las cosas mejor? Vamos a ver cómo responden las personas.’
Llegó el momento de conocer las propuestas.
El diseñador Brodie Neill (Australia), busca llamar la atención sobre los millones de objetos plásticos que contaminan los océanos del mundo. Mesa Gyro.
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