Una conversación de moda
Cuando creíamos que no era posible pedirle más a Magia Negra, una conversación sobre moda y comunicación la convirtió en el marco ideal para reflexionar sobre la moda argentina.
La mesa redonda ‘Moda y Comunicación’ convocada y conducida por María Laura Carrascal, en el contexto de la muestra de ‘Ramírez – Val & Musso’ estuvo integrada por Victoria Lescano, Felisa Pinto y Ana Torrejón, tres referentes del periodismo de moda en Argentina. La consigna: analizar la comunicación de moda ‘abordada como una expresión cultural destinada a convertirse en testimonio de una época’. Carrascal, curadora de la muestra, investiga los cruces entre arte y moda desde hace 10 años, una tarea en la que el periodismo y la comunicación juegan un rol fundamental en una actividad con escasas tradiciones académicas, como ella misma relató.
Las protagonistas de la charla recorrieron sus orígenes en el periodismo de moda, compartieron su modo personal de entender la moda y contaron la historia del vínculo con los realizadores de Magia Negra, el diseñador Pablo Ramírez y los fotógrafos Luciana Val y Franco Musso. La narración fue revelando los pasos de la moda en nuestro país, sin un orden cronológico preestablecido; fue un recorrido espontáneo compuesto por imágenes visuales, nombres propios, anécdotas y momentos coyunturales. Las comunicadoras se refirieron al pasado sin nostalgia, pero sí con amor y respeto, en palabras de Victoria Lescano.
Repasar este camino condujo inevitablemente al presente. Las referencias al pasado resultaron un disparador para pensar en el sistema de moda actual. De manera más o menos explícita, cuestiones acerca de qué deseamos para la moda argentina, cómo imaginamos su futuro y qué necesitamos estuvieron presentes, aunque más no sea en las reflexiones individuales posteriores al encuentro. Imagen: Val &Musso.
Compartimos algunos tramos del encuentro.
Magia Negra, Ramírez Val & Musso en Fundación OSDE
“La vivencia de la moda es algo muy especial, como bien dijo Victoria (Lescano), abarca demasiados toques con muchos mundos estéticos de los que una vez que uno se hace cómplice, ya no puede evitar. Al mismo tiempo, siendo la moda un arte aplicado, no se puede escindir una cosa de la otra… Nunca fui cómplice de la moda oficial, siempre me aburrió la moda oficial y la obediencia a la tendencia, siempre me pareció muy pobre, me fui más como a la profundidad y más hacia la moda como el arte aplicado. Esa independencia de criterio sumada a una manera de escribir probablemente culta que no figuraba en la literatura de los diarios y las revistas, me convirtieron en referente. Agradezco muchísimo que ustedes me tengan de referente, pero yo los tengo como referentes a ustedes.” Felisa Pinto
“El sistema de la moda es un sistema compuesto, con implicancias sociales, políticas, económicas; me gusta la definición de la moda pos revolución francesa: moda, modus, manera de vestir colectiva. Todas las personas estamos vestidas a la moda, más allá de eso, haremos nuestras propias elecciones para defender nuestros gustos, nuestras pertenencias, nuestras filiaciones, nuestra identidad, y suelen ser muy volátiles… En Bazaar hacemos discursos mensuales que nos permiten ser parte de esa historia. Se editan texto, fotografías y tenemos la suerte de contribuir al desarrollo de una identidad y poder pluralizar el gusto y las visiones. Creo fervorosamente en la diversidad, la pluralidad y la verdad. La identidad es la verdad, por eso no se puede trabajar con categorías culturales tan excluyentes como es el ‘me gusta’ o ‘no me gusta’, que en definitiva son patrones socioculturales que restringen más que abren las posibilidades expresivas de las personas.” Ana Torrejón
“Las primeras crónicas que escribí y las primeras entrevistas a diseñadores fueron a partir de la Primera Bienal de Arte Joven (1989). Yo era muy joven y en ese momento había un estilo muy mainstream, se hablaba sobre lo que estaba bien y lo que estaba mal, había muchísimos prejuicios. Recuerdo como me vestía yo en ese momento. Crecí en un pueblo, luego me fui a vivir a Australia de donde volví absolutamente new wave. Me sentía fuera de lugar en Buenos Aires, tal vez porque todavía era la chica de pueblo con un peinado new wave. Encontré un lugar de pertenencia alrededor del bar Bolivia, todo ese movimiento de moda espontánea que fue hasta un poco desesperado después de la dictadura. Las cosas que hacía Sergio de Loof – un gran artista para mí- vinculado con la moda, con el kitsch argentino; ese lugar fue de educación de algún modo, los desfiles de Gabriel Grippo, Andrés Baño, Gaby Bunader. En algún momento empieza el movimiento de moda de autor, hacia fines de 1999 comienzos del 2000, cuando todo está por estallar otra vez en Argentina. En La Rural, en medio de un diluvio, se pasea Isabella Blow con un tocado super excéntrico y un traje de McQueen; Cavallo (el ministro de economía) había renunciado ese día… así comenzaba la primera edición de BAFWEEK.” Victoria Lescano
“Hace pocos meses salió una nota a Pablo (Ramírez) en la revista Barzón que se llamo ‘Ramírez con toque Lubitsch’, para mí el título lo dice todo; cuando algo me parece el colmo del chic, de la elegancia, del refinamiento, digo ‘es Lubitsch’, porque creo que no hay nada más elegante que su cine. Fue una entrevista muy cómoda para mí, éramos amigos pero nunca había escrito directamente sobre él…. Hablamos de todo, y me dijo algo que me encantó como concepto y repito: ‘Como dice Pablo Ramírez, más importante que las tijeras, es la plancha’. Me parece de una sabiduría, de una profundidad, una frase tan bien aplicada, perfecta para esta obra escultural en donde no hay un milímetro que no esté perfectamente calculado. Recordé que estaba muy ligada a sus comienzos, cuando se inauguraron los concursos de Alpargatas de los que fui cofundadora y en Argentina, todavía había cierta industria textil y de la indumentaria que desgraciadamente no continuó.” Felisa Pinto
“De repente me encontré con un desfile que me conmovió, un desfile que podía pertenecer a ese underground que había pasado de Bolivia a la Bond Street, pero un poco más sofisticado -aunque la palabra sea un poco berreta- con más exigencia por la ropa bien hecha, un buen corte y los buenos materiales… fue muy conmovedor ese primer desfile de Pablo Ramírez en el hotel Sheraton, ‘Casta’, casi tanto como el segundo en BAFWEEK, allí paso algo muy hermoso… En el año 2004 publicamos un libro, ‘Followers of Fashion’, con mis textos de varios años de trabajo de investigación y dibujos de Pablo (Ramírez). Su aporte fue fabuloso. Tratándose de un ‘Falso Diccionario de la Moda’ – así se llama – documenté la primera parte con fotos, rescates de archivo e imágenes cedidas por los diseñadores, pero era un desafío ilustrar un libro que iba de Alpargatas, pasando por Belgas hasta Barbie y Marilú. Pablo se ofreció a ilustrarlo, entendí que su trazo resumía la historia y era perfecto.” Victoria Lescano
Imagen: «Víctimas de la moda» de Pablo Ramírez – Followers of Fashion, Victoria Lescano (2004)
“Empecé a escribir de moda en el año 1986 en Página 12, muchos amigos fueron los fundadores de ese diario, escribíamos crónicas de moda en el suplemento cultural. Bazaar es la tercera revista de la que tengo la suerte de formar parte… A Franco (Musso) y a Luciana (Val) los conocí en el pasado, cuando estaban vinculados a la moda sin ser binomio creativo, sin experimentar este soporte que manejan tan maravillosamente, la fotografía. El modo en el que se han incorporado sus producciones a Bazaar ha sido natural. Son vínculos de confianza absoluta. Una tapa, estos resultados finales, son fruto de un esfuerzo colectivo que puede llevarnos un mes. No se improvisa en el estudio, siempre estamos buscando el guiño cultural, que sea actual; estamos muy seguros de los que hacemos, creemos firmemente en lo que somos. Estas producciones son auténticos reportajes visuales, contienen principio-medio-fin, tienen sus protagonistas, hacen que el ojo esté despierto y además, son ejercicios de estilismo compositivos porque encontramos la forma de hacer coexistir distintas voluntades y matrices comunicacionales en torno del diseño, por supuesto que teniendo en cuenta al cuerpo como portador de este discurso, eso en lo personal es lo que más me interesa: yo no busco conceptos de elegancia, porque la elegancia poco me dice, sí busco conceptos en torno de lo que las personas quieren decir cuando se invisten, que es un fenómeno más trascendente que tiene que ver con el respeto a la voluntad y la diversidad. Así se fueron dando estos trabajos muy bellos.” Ana Torrejón
Magia Negra, Ramírez Val & Musso en Fundación OSDE
“Felisa (Pinto) mencionó dentro de sus inicios, un importante reportaje a la artista y diseñadora Fridl Loos para la revista Atlántida (1962). Ella viene de Austria escapando de la Segunda Guerra Mundial, se instala en el país y realiza un viaje por el noroeste argentino. Con esa mirada distanciada que muchas veces tiene un extranjero, recupera los materiales y las tipologías locales, y es la primera diseñadora que trabaja esa vertiente que podemos denominar Folk. En esa tradición de Fridl Loos, hay una diseñadora que me parece fundamental mencionar: Mary Tapia. Amiga íntima de Felisa, me contó en una entrevista que fue justamente ella quien la bautizó la antropóloga de la moda.” María Laura Carrascal
“Como en el arte, las producciones artísticas no tiene que ser soportes de las necesidades de los empresarios, para decorar sus voluntades, a los artistas se los honra, por que sin ellos no podemos vivir. Hay que buscar la manera de financiar las expresiones de los artistas. En lo que tiene que ver con la moda, un medio no puede pedir voluntariamente producciones a sus diseñadores, porque sus diseñadores tienen que poder vivir de lo que hacen y lo que sueñan y mejorarlo. Digo esto porque democracia mediante, no han habido políticas de Estado en lo que tiene que ver con la difusión de la moda argentina; no lo digo como una crítica, es un pendiente. La moda argentina no va a crecer con meros shows, va a crecer con cuerpos teóricos, con profesionales que puedan vivir de lo suyo, con sistemas de financiamiento, con créditos blandos, para que cada uno pueda tener una mejor posición para manejar su negocio, el show le sirve al poder como decorado, y en definitiva lo que hace es generar un montón de resentimiento.” Ana Torrejón
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