Hace un año conocíamos el tráiler de un documental en proceso y con él, las motivaciones y preguntas sin respuesta que llevaron a su director Andrew Morgan a salir, cámara en mano, a recorrer el mundo para intentar desentrañar el sistema actual de la industria de la moda.
No estaba solo, en el proyecto lo acompañaban dos referentes mundiales de la moda sustentable: la periodista británica Lucy Siegle y la directora creativa y fundadora de la consultora Eco-Age, Livia Firth. Ambas son co-productoras ejecutivas de “The True Cost”, junto con Andrew Morgan (el productor general es Michael Ross).
“Esta es una historia acerca de la ropa. La ropa que vestimos, la gente que hace esa ropa y el impacto que tiene en nuestro planeta. Una historia sobre la codicia y el miedo, el poder y la pobreza. Es compleja, pues tiene lugar alrededor del mundo. Pero también es sencilla, ya que revela lo conectados que estamos a las manos y corazones que hay detrás de nuestra ropa. “ Andrew Morgan.
Imagen del documental The True Cost (El Verdadero Costo) de Andrew Morgan
El proyecto generó muchas expectativas, sostenidas en el tiempo por la crónica de los avances de la filmación. Así llego el día de su estreno mundial, el 29 de mayo, y la repercusión de la que dan cuenta medios prestigiosos y nombres de peso en la industria de la moda confirman que esas expectativas eran fundadas.
En el sitio web The True Cost Movie se puede acceder a las reseñas de Elle, CNN, Vogue, LA Times, The Guardian, WWD, The Huffington Post, The New York Times, entre otras.
Tom Ford y Colin Firth en la premiere de The True Cost en Londres (imagen https://www.facebook.com/truecostmovie)
Poniéndole nombre a los protagonistas de la historia
“Esta enorme y voraz industria que genera tantos beneficios para un puñado de personas: ¿Por qué no es capaz de cuidar como es debido a sus millones de obreros? ¿Por qué no pueden garantizar su seguridad? Hablamos de derechos humanos básicos, ¿por qué no pueden garantizarlos si generan beneficios tan enormes? ¿Hay algo que no funciona bien? Esa es mi pregunta”. Lucy Siegle.
En búsqueda de respuestas, Andrew Morgan interpela a economistas, patrones y obreros de fábricas textiles, periodistas especializados, activistas medioambientales y de derechos humanos, especialistas en derechos laborales, publicistas, diseñadores, profesores universitarios, especialistas en inversiones, granjeros. En su recorrido va procurando darle lugar a todas las opiniones. Estados Unidos, Camboya, India, Haití, China, Bangladesh, Italia, Reino Unido son algunos de los lugares a los que llega con su cámara.
La postura del director es claramente crítica, pero al ponerle voz y rostro a un buen número de protagonistas y referentes de diversos ámbitos, logra más que imponer su discurso, ir revelando una verdad que duele mirar. El documental incluye escenas y testimonios dolorosos, pero sin caer en golpes bajos ni en estetizar la pobreza. También incluye historias luminosas, la de las personas que vienen demostrando que las cosas se pueden hacer de una manera mejor. A la vez que le da lugar a la complejidad, no pierde su objetivo: Andrew Morgan espera que así como le sucedió a él, esta información cambie para siempre nuestra relación con la ropa.
Plantación de algodón orgánico de Larhea Pepper en Texas, USA: Se aplican químicos a millones de hectáreas, y súbitamente. La naturaleza tiende a curarse sola en espacios pequeños, pero cuando el enfoque es tan alto, en realidad no sabemos qué está pasando. Imagen: The True Cost
El sistema de la moda
A medida que transcurre la hora y media de documental, es un sistema económico globalizado el que aparece en crisis y es cuestionado. La moda, tal vez por la espectacularidad de sus cambios y su alcance, se convierte en el “objeto de estudio” que revela las consecuencias del sistema vigente.
“La producción globalizada prácticamente significa que toda la producción se externaliza a economías de bajo costo, especialmente a las que mantienen los salarios más bajos. Y los que están en lo alto de la cadena de valor deciden dónde fabricar sus productos y pueden cambiar si por ejemplo una fábrica manifiesta: ‘Ya no podemos producir tan barato…’. Cuando todo se centra en generar beneficios para las grandes corporaciones, ves que los derechos humanos, el entorno natural, los derechos laborales… todo se pierde. Ves que los trabajadores sufren una mayor explotación porque el precio presiona a la baja, siempre a la baja sólo para satisfacer el impulso de acumular capital, y es profundamente problemático porque lleva al empobrecimiento masivo de cientos de millones de personas en el mundo.” John Hilary – Director Ejecutivo de War on Want (UK)
Richard Wolff es un economista que luego de graduarse en Harvard, Stanford y Yale se convenció de que el problema está dentro del sistema (así lo introduce Andrew Morgan).
“Estados Unidos se convirtió en un país particular. Podías criticar el sistema educativo para mejorar las escuelas, el sistema de transporte para que funcione mejor, pero no podías criticar el sistema económico, eso tenía que ‘ser libre’. Y si no criticas algo por 50 años, se pudre, se corrompe. Uno de los mecanismos de una sociedad sana es que somete sus sistemas esenciales a la crítica, para que podamos debatirlos y con suerte arreglarlos, mejorarlos y actuar mejor. El capitalismo no se podía cuestionar.” Richard Wolff.
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Slowfashionuy
22 junio, 2016Buena info!.
Lo que nos ponemos habla de quien somos. Por eso es tan importante saber lo que usamos, quienes lo hicieron, de que materiales esta hecho, etc.
Ser concientes de ello es el primero de muuchos pasos que tenemos que dar como sociedad.
Ayer hice un post sobre el documental. En caso de que quieras verlo te dejo el link: http://www.slowfashionuy.com.uy/?p=846