Yaguareté o yaguar (jaguar en castellano) es el nombre guaraní de la panthera onca. La exhibición “Yaguareté”, Ensayo Chamánico y artístico sobre el tigre en la Fundación 9,37 Sudestada, propone un homenaje al gran felino americano desde la perspectiva de artistas de diferentes culturas. Conversamos con su artífice y curadora Roxana Amarilla, y algunos de los artistas presentes en la inauguración.
Imagen superior: Foto de Gisela Filc – Danza del Tigre. Combinado Argentino de Danza. Máscara de Bernabé Díaz. Prendas de Joan Martorello. Estilismo: Florence Argüello
“Yaguareté tiene tres etapas. La primera es la colección personal de jaguares que vengo formando desde hace muchos años. La integran obras de amigos indígenas y no indígenas, y de otras personas que no conozco. Luego el diseñador Fabián Trigo me propuso la curaduría de un capítulo artesanal para promocionar al Banco de Bosques con la figura del yaguareté. Esa fue la muestra que se vio hasta hace poco en Jolie y que motivó esta propuesta de la Subsecretaría de Cultura de Tigre. La tercera etapa es más compleja, más heterogénea; integra a otros artistas y a otras disciplinas como el arte textil, la fotografía y el diseño. Contiene obra contemporánea de la urbanidad y del monte, y el espíritu de la concepción de esas obras está presente. Los dos disparadores textuales sobre el trabajo en el campo de la producción de objetos y de arte indígena, permiten que la muestra se apoye en esa relación siempre vigente del hombre con la naturaleza, pero entendiendo a la naturaleza no solo como entorno, sino también como un distribuidor de los conceptos que permite incorporar las distintas perspectivas.”
El porqué del enfoque chamánico de la curaduría y su afán por incorporar la diversidad, se revela en este texto seleccionado por Roxana Amarilla:
«Chamanismo es la habilidad de algunos individuos para atravesar las barreras corporales entre las especies, adoptar la perspectiva de subjetividades específicas y administrar las relaciones entre éstas y los humanos… para el chamanismo amerindio, conocer es personificar, tomar el punto de vista de lo que se quiere conocer.» Veronica Ortiz, psicoanalista, interpretando al antropólogo brasileño Eduardo Viveiro de Castro.
Yagua Yagua. René Castro. Foto Ariel Steinberg
El hombre y la naturaleza
“Los materiales los provee la tierra, se hacen en y de la tierra. Esta pertenencia al orden de la Naturaleza hace que los objetos nos enfrentes a una concepción de las ‘obras de arte’ como productos de un diálogo con la tierra, diálogo signado por lo religioso que vuelve la experiencia de y con la Naturaleza una experiencia divina sagrada.” María Alba Bovisio – Arte Indígena Argentino, naturaleza y cosmovisión, 2011.
Guapya (asiento), Carlos Sosa – El Soberbio, Misiones
El yaguareté es una de las especies en extinción en Argentina. Según un estudio del Instituto de Biología Subtropical (Unidad Ejecutora del CONICET y la Universidad Nacional de Misiones), ya se perdió más del 85 por ciento del hábitat del yaguareté en el Bosque Atlántico (la región ecológica de casi 2 millones de kilómetros cuadrados que abarca la provincia argentina de Misiones, se extiende por el Este de Paraguay y llega hasta el Centro de Brasil). La Red Yaguareté estima que quedan menos de 250 ejemplares adultos en todo el país, divididos en tres poblaciones: las Yungas en Salta y Jujuy, la Región Chaqueña y la Selva Misionera.
La emergencia de la tierra es una cuestión, pero otra nada menor, es la del valor de la obra indígena. Es complicado hablar de la obra indígena, tanto en nuestro país como en otros lugares del mundo. Particularmente aquí es difícil hablar de obra de autor indígena. De hecho, en la muestra hay dos piezas anónimas. No hubo forma de conseguir el nombre de los artistas. Eso da cuenta de lo que sucede. Se naturaliza el hecho de desconocer el nombre del autor de las piezas. El valor del artista y el artesano originarios son cuestiones complejas, porque detrás de un nombre también hay derechos: culturales, económicos, territoriales. Roxana Amarilla
Wila:h´na, häyox, haiój, ahioj o tiog. Soy un Yaguareté tallado por un artista Wichí. Soy la fuerza y la belleza de los pueblos antiguos. Anónimo, Obra wich’í del Gran Chaco Argentino
Hombres Jaguar
Acerca de su vínculo con el yaguareté, Roxana Amarilla relató: “Hace muchos años, en 1996, tomé unos cursos de Antropología aplicada en Paraguay. “Se estaba abriendo una sede de una carrera de la que participaba gente que leo y admiro, como Chase Sardi (antropólogo paraguayo) y Bartomeu Melià (antropólogo y lingüista español). Esa experiencia significó encontrarme con etnografía pura de naciones indígenas con un enfoque muy diferente a la antropología que yo conocía hasta entonces en Argentina. A esos primeros talleres asistía mucha gente de las comunidades. Para una de las actividades grupales, tuvimos que dibujar unos animales en respuesta a cuatro preguntas: cómo soy, cómo me ven, cómo quiero ser, cómo quiero que me vean. Cada uno dibujó a los animales de su entorno. Frente a mí estaba un jefe indígena ayoreo, quien dibujó al mismo animal dos veces. Un jaguar en respuesta a ‘cómo soy’ y un jaguar para ‘cómo me ven’. Cuando llegó el momento de contar el porqué de nuestras elecciones, él solo dijo: yaguareté, yaguareté. Este hombre es un jaguar – jaguar, pensé entonces. Ese encuentro con un jaguar humano fue el inicio de mi fascinación. A partir de ahí empezaron a aparecen las piezas.»
La exhibición incluye la talla indígena, el dibujo, la soguería, la escultura en tela, el bordado, la orfebrería, el calado en papel, la fotografía y el diseño. Los artistas participantes son:
Carlos Sosa de la comunidad Mbyá aldea Jejy – El Soberbio, Misiones. Alejandro Benítez, Marcos Núñez, Cirilo Benitez, Agapito Castillo de la comunidad Mbyá Pindo Poty – El Soberbio, Misiones. Nelci Duarte de la comunidad Mbyá de Cuñá Pirú – Misiones.
Bernabé Díaz, René Castro, Emilio Ovando, Juan José López de la comunidad Tutiati Chané de Campo Durán – Chaco Salteño.
Tadeo Muleiro, Antonio Giampietro, Gisela Filc, Andrea Servera, Marcela Romano, Alejandra Colombres, Eduardo Salazar, Pat Posada Mac Niles, Fabián Trigo y Ariel Steinberg.
“Las obras son del 2014, pertenecen a una serie en la que trabajé con La Salamanca, ese ritual híbrido entre la cultura de los pueblos del norte argentino y los españoles, entre el aquelarre y los rituales de la algarroba. Estas piezas, junto con otras esculturas textiles de gran tamaño formaron parte de un video. Mi trabajo se basa en mitologías combinadas con mi propia historia proveniente del cómic (el manga y el norteamericano) y de la ciencia ficción. Busqué dar lugar a nueva nueva narrativa local a partir de ese entrecruzamiento. Me interesaba mucho el diálogo de las piezas con los otros artistas que integran Yaguareté”. Tadeo Muleiro. Serie La Salamanca. Pintura sobre escultura en tela.
«Trabajo en las yungas, la selva de montaña. Empleo papel reciclado, pluma de bambú y pigmentos naturales como cenizas». El artista estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano. Imparte talleres de plástica en las comunidades originarias del gran Chaco Americano (Paraguay, Bolivia y Argentina). Parte de su obra se expone en The Museum of Modern Art – MoMA, Nueva York. Antonio Giampietro. Mimetizado (fragmento). Dibujo con pigmentos naturales y pluma de bambú. Papel, cenizas de cebil. Santa Victoria Este, Chaco Salteño.
“Del proceso artesanal de la sublimación para el estampado textil, me iba quedando el soporte en papel. Esos calados dieron lugar a las primeras obras. Luego se sumó el bordado, que era la técnica con la que venía trabajando. Cuando llegué al bordado en papel descubrí un universo. Empecé bordando fotografías, ahora estoy trabajando con una técnica llamada hilorama. La conocí a Roxana buscando una definición, me preguntaba si mi trabajo era artesanía o diseño. Así nacieron los primeros talleres en los barrios”. Marcela Romano. Rugido Americano. Calado a mano y collage.
“El color negro se logra con yerba mate y óxido. El marrón, con cáscara de nogal. Hice el primer cuchillo con este dibujo para un amigo. Gustó tanto que hice más. Es una manera de hacer algo más moderno dentro de la soguería. Esto es lo que más me gusta hacer, de chico jamás podría haber tenido mi propio cuchillo, algo muy deseado. Hoy soy artesano, eso me hace feliz. Máximo Coll y su hijo Jerónimo Coll -mi amigo, como mi hermano-, fueron muy importantes para mí. Máximo Coll me ayudó a encontrar mi camino, a definirme por la soguería urbana, me abrió las puertas”. Eduardo Salazar. Cuchillo lomo de yaguareté, Eduardo Salazar, San Antonio, Jujuy
«Yaguareté», Ensayo Chamánico y artístico sobre el tigre.
Fundación 9,37 Sudestada
Anibal González 937, Rincón de Milberg, Tigre
Hasta el 11 de octubre, de 15 a 19 hs.
Invita la Subsecretaría de Cultura de Tigre.
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